La ley de sucesiones española especifica cómo puede disponer de su patrimonio en España. Existen varias reglas, llamadas reglas de herencia forzosa, que establecen restricciones sobre cómo distribuir su patrimonio.

La Ley Nacional de Herederos Obligatorios establece que si el fallecido estaba casado, el cónyuge se queda con el 50% de todos los bienes de propiedad conjunta y el resto se destina a la herencia, que se divide en tres partes:

No obstante, si se estipula en un testamento internacional o español, la aplicación de la ley de origen de la nacionalidad del testador, entonces la ley de sucesiones española no se aplicará a los bienes españoles o mundiales.

De hecho, los ciudadanos de la UE que viven en España, ahora pueden elegir si se aplica la ley de su país de origen o de su país de residencia a su patrimonio.

Realizar un testamento es relativamente rápido, y su coste no es muy elevado (inferior a 50 euros en condiciones normales), por lo que es altamente recomendable llevarlo a cabo para evitar problemas futuros, ya que el notario le asesorará para que plasme con claridad la voluntad del testador.

Aunque redactar un testamento en España no es esencial, es una forma de asegurarse de que la propiedad se dispondrá de acuerdo con los deseos del testador. Como tal, los testamentos extranjeros son válidos y ejecutivos, sin embargo, deben ser traducidos al español mediante traducción jurada y legalizados ante un cónsul español (o estar apostillados en su caso).

Otra de las cuestiones fundamentales es la geografía, ¿dónde debo tributar por la herencia?. En la Comunidad Autónoma donde el causante haya permanecido un mayor número de días del período de los cinco años inmediatos anteriores a su fallecimiento. Para acreditarlo, además del certificado de empadronamiento, deben concurrir otras circunstancias que lo ratifiquen tales como consumos de luz y agua, adscripción al centro de Salud, etc.

A la hora de realizar la valoración de los bienes y derechos, la norma sigue el criterio de valoración real o valor de mercado, que es aquel que hubiera sido acordado entre partes independientes. Desde hace ya algún tiempo la determinación del valor de mercado de los bienes inmuebles urbanos a efectos tributarios se ha resuelto con más o menos acierto, consistiendo su valoración mínima en multiplicar el valor catastral por un coeficiente que publica la Junta de Andalucía cada año en función del municipio donde radique. Por tanto, se establece un mínimo aceptado por la Junta de Andalucía con lo que se evitan futuras comprobaciones de la Administración.

Sin embargo, La valoración de empresas, solares, tierras rústicas, derechos, etc." pueden ser de más complejidad. A efectos tributarios y con la finalidad de respetar la voluntad del causante, es recomendable el asesoramiento de un especialista en la materia.

Existen casos en los que el valor de los bienes es muy bajo o las deudas son superiores a estos, y por tanto es posible que no se desee aceptar la herencia. Existe la posibilidad de renunciar a la herencia una vez fallecido el causante, formalizándose dicha renuncia en escritura y con muy distintas consecuencias fiscales según se haga a favor de persona determinada o no, y antes o después de prescrito el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, cuestiones que han de ser objeto de asesoramiento individualizado.