El plan de negocio o plan de empresa es un documento escrito que se hace imprescindible al inicio de un proyecto empresarial y se usa para determinar si es posible su viabilidad técnica, comercial y financiera. Además, ayuda a planificar las estrategias a seguir, las oportunidades del mercado y los objetivos del proyecto.
Un modelo de plan de negocio perfecto es aquel que incluye, a modo de guía, los apartados a través de los cuales reflexionar sobre el proyecto de negocio y establecer un método de trabajo ordenado.
¿Por qué hacer un plan de negocio?
- A nivel interno: El emprendedor es el primer interesado en conocer todas las fortalezas y debilidades de su empresa.
- A nivel externo: Necesitas difundir el proyecto entre entidades y personas a las que acudir en caso de necesitar financiación externa: bancos, administraciones públicas, inversores particulares y business angels.
En definitiva, el plan de empresa es la “tarjeta de presentación” del proyecto empresarial. No obstante, la preparación de un plan de negocio no garantiza el éxito de una empresa ni la obtención de apoyos e inversiones, aunque su ausencia aumenta considerablemente las posibilidades de fracaso.
Para su elaboración hay que tener en cuenta una serie de cuestiones básicas.
- Definir el proyecto: Explicar la idea, la misión, el objetivo, en definitiva, la propuesta de valor que aporta el proyecto al mercado.
- Información detallada: Escribir un plan de negocio que funcione como un mapa interactivo que sirva de guía en la puesta en marcha del negocio.
- Extensión del texto: La redacción debe ser simple y comprensible. Si se trata de un pequeño negocio, puede bastar con una extensión de diez páginas.
- Mensaje a transmitir: Buscar una estructura sencilla y, sobre todo, clara que no haga aburrida la lectura del texto.
- No tienes un tesoro: Se debe comprobar antes de difundir el proyecto si es posible registrar la marca o patente. No obstante, muchos emprendedores suelen obsesionarse con la idea, basándose en que ésta la pueden copiar y replicar. Desde Escoem recordamos que malgastar esfuerzos en esta fase embrionaria puede ser un error, puesto que tener una buena idea no es sinónimo de éxito. Por tanto, sólo hay que preocuparse de desarrollar la idea y hablar del con las personas correctas.
- Es tan importante el contenido, como el continente: En todos los negocios es fundamental el denominado “saber hacer”, es decir, conocer a la perfección el sector en el que se opera y la forma de trabajar para desarrollar el producto. La otra mitad del éxito se basa en el conocimiento sobre la gestión organizacional, así como la correcta comunicación de la visión de empresa.
- Centrarse en los costes y no en las previsiones de ventas: Planificar una correcta estructura financiera puede suponer la supervivencia del proyecto La estimación de ventas no deja de ser un cálculo aproximado, por lo que establecer con precisión los ingresos a futuro es una cuestión altamente improbable. En definitiva, desde Escoem aconsejamos que se preste especial énfasis en el análisis de los costes y gastos de la empresa, para determinar el punto de equilibrio, siendo éste aquel nivel de ventas donde los costes fijos y variables están cubiertos.
- Define indicadores de seguimiento: La ejecución de un proyecto requiere contar con indicadores que aporten información relacionada con los objetivos establecidos. Estos indicadores deben medir la eficiencia y eficacia, de tal manera que sea posible introducir cambios en los objetivos de la empresa.
“Una persona que nunca cometió un error, nunca intentó algo nuevo”- Albert Einstein
Al contrario de lo que imaginan algunos emprendedores, desarrollar un plan de negocios resulta menos complicado de lo que parece. Si bien cada proyecto es diferente, todo parte de tener una idea y darle forma en un documento. A continuación, te facilitamos una estructura básica para que le puedas dar forma a tu plan de negocio.
1.- Resumen Ejecutivo – Breve resumen en el que se explique la idea de negocio y se destaquen los aspectos más relevantes del proyecto.
2.- Presentación del proyecto – Exposición de los participantes, motivación y objetivos, análisis de la forma jurídica elegida.
3.- Estudio de Mercado – Descripción ampliada del producto o servicio y determinación del público objetivo al que va dirigido. Cuantificar el mercado potencial en un ámbito geográfico concreto.
4.- Estrategia Comercial – Establecer la comunicación para dar a conocer nuestro producto o servicio.
5.- Producción y Recursos Humanos – Describir con qué medios técnicos, humanos y materiales cuenta el proyecto.
6.- Análisis económico financiero – Determinar la inversión necesarias para poner en marcha el proyecto, la financiación propia y ajena; así como cuantificar los costes y la estimación del Cash Flow.
7.- Análisis DAFO – Descripción de las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades a las que se enfrenta la empresa.