El Método Kaizen es un concepto económico y organizativo que nació en Japón al finalizar la II Guerra Mundial, con el objetivo de alcanzar a las potencias económicas que surgían en occidente. En la actualidad, se sigue utilizando en grandes empresas como son Toyota o Sony.
Este método persigue implementar en las empresas la excelencia, basándose en la filosofía de la mejora continua e innovación mediante la realización de pequeñas acciones, de manera organizada y constante.
Hoy en día los avances tecnológicos, procesos de calidad y cadenas de producción, crean un ambiente económico de máxima competitividad, donde solo las mejores empresas logran sobrevivir. Por ello, el mercado exige constantes cambios y la mejora continua de los productos o servicios, así como la respuesta inmediata.
A lo largo de la historia han surgido métodos de control de calidad y mejora de la producción, aunque este método destaca por su sencillez y sentido práctico.
La palabra Kaizen está formada por las sílabas, en japonés, «kai» (cambio) y «zen» (mejora), su traducción al castellano sería “mejora continua”.
Kaizen se caracteriza por ser aplicable tanto a nivel personal como empresarial, enfocándonos en este último, digamos que el objetivo es crear una cultura corporativa donde se midan constantemente los logros obtenidos.
La estrategia del método Kaizen se basa en la mejora constante de los procesos y tiene como objetivo realizar cambios prácticamente a diario, ya sea en los procesos de calidad, producción u otros apartados de la empresa. El principal fin del método es llegar al «0 defecto» o mejor dicho, perfección total.
Kaizen da un valor esencial al tiempo, siendo este uno de los recursos más escasos dentro de cualquier empresa, ya que es limitado, cuando se gasta desaparece y no es recuperable.
Solamente ejerciendo un riguroso control sobre el tiempo es posible administrarlo correctamente:
«El tiempo es el único activo irrecuperable que es común a todas las empresas
independientemente de su tamaño»
Como no podemos parar el tiempo, si no que este sigue avanzando independientemente de las circunstancias, el método Kaizen pretende aprovechar dicho activo con el fin de mejorar los procesos de producción y sacar la máxima eficiencia en nuestro día a día.
No podríamos hablar de Kaizen sin nombrar «las 5 S». El objetivo de estas, es introducir una manera de actuar y de llevar a cabo el sistema:
Lo que propone el método es eliminar o modificar todos aquellos aspectos ineficientes de la cadena productiva, analizando correctamente los indicadores de gestión conseguimos «limpiar» todos los procesos, por ende, lograremos hacer que el tiempo trabaje para nosotros en vez de trabajar contra él.
«Mejora continua = perfección total»
Como resumen, podemos decir que aplicando el método Kaizen lograremos objetivos a:
En definitiva, Kaizen es simplemente un método con el que mejorar día tras día para sacar el máximo provecho al tiempo, nuestro activo más valioso.
Si necesitas consejo o ayuda, no dudes contactar con el equipo de asesores y consultores de ESCOEM. Estamos a tu disposición para ayudarte y resolver cualquier duda que nos plantees.